Es normal que después o durante un entrenamiento de alta intensidad padezcamos fatiga muscular. No es nada grave, es una respuesta natural de nuestro cuerpo, pero debemos saber escucharlo. Te explicamos qué ocurre cuando nos faltan fuerzas y que debemos hacer para prevenir o evitar la fatiga muscular. También puedes formarte en esto y mucho más con nuestro Máster experto en Alto Rendimiento Deportivo.
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¿Qué es la fatiga muscular?
No solo se trata del sentimiento de cansancio, sino que la fatiga muscular es el agotamiento extremo de las fibras musculares. Las sensaciones pueden ser verdaderamente molestas, desde dolor y rigidez en los músculos, pesadez o debilidad. Normalmente, en los puntos donde se experimenta más son en manos y pies. Podemos llegar a notar como nuestros músculos se convulsionan y tiemblan.
Como hemos mencionado anteriormente, se trata de un modo que tiene nuestro cuerpo de avisarnos que aflojemos el ritmo. No podemos obviar la fatiga muscular, ya que esta causa que nuestras fibras no puedan regenerarse lo bastante rápido y pueden causar pequeños traumatismos.
Causas de la fatiga muscular
Para que los músculos funcionen en total rendimiento, estos necesitan de oxigeno y de glucosa. Si aumentamos la intensidad de una actividad aeróbica, aumenta la necesidad de oxigeno. Si hay una carencia en el transporte de este oxigeno, el músculo aumenta su producción de ácido láctico y desarrolla una acidosis metabólica.
Por eso, una de las causas más obvias de la fatiga muscular es un esfuerzo demasiado intenso, que nuestros músculos no pueden soportar por la falta de recuperación. Además, si no tienes las nociones básicas de cómo realizar algún ejercicio, su mala praxis también puede causarte fatiga. Como también repetir continuamente los mismos ejercicios, exigiendo demasiado a algún músculo en concreto.
No solo una mala praxis del entrenamiento puede causar fatiga muscular, sino que también existen otros factores. Como por ejemplo, la falta de sueño, el consumo de drogas, una mala alimentación o falta de hidratación.
Consejos para prevenir la fatiga muscular
Existen otros riesgos biológicos que causan fatiga muscular. Los deportistas con problemas de anemia o con el tiroides, pueden sufrir más a menudo. En cambio, si no padecemos de estas enfermedades, podemos intentar evitarla y prevenirla.
Planificar los entrenamientos
Tener una buena planificación de las actividades y de los ejercicios que harás a lo largo de la semana puede ayudarnos a prevenir la fatiga. Sobrecargar demasiado zonas musculares al no cambiar de ejercicios puede ser negativo para la salud de nuestros músculos. Varía los entrenamientos y las zonas musculares cada vez que vayas a entrenar. Nada de hacer toda la semana piernas o espalda.
Dieta equilibrada
Los hidratos de carbono con un alto índice glucémico pueden ayudarnos a prevenir en mayor medida la fatiga muscular. Estos mejoran la recuperación de nuestras fibras musculares. Además, es primordial que te mantengas constantemente hidratado, como todos sabemos, el agua es la fuente de la vida.
Algunos alimentos que nos pueden venir perfectos para combatir el cansancio muscular son, por ejemplo, los plátanos, las nueces, las legumbres o los cítricos.