Existen miles de tratamientos de lesiones, uno de ellos es la termoterapia. Prepárate para para conocer y poder aplicar las diferentes técnicas de quiromasaje deportivo que se pueden emplear a la hora de tratar a algún paciente que las requiera. Descubre nuestro Máster experto en Masaje Deportivo de Alto Rendimiento y aprende sobre ello de la mejor forma.
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¿Qué es la termoterapia?
Como su nombre indica la termoterapia es un tratamiento donde se aplica calor. Es muy útil si lo que precisamos es tratar lesiones inflamatorias, dolores neumáticos o cólicos. Para ello, debemos aplicar una temperatura mayor que la de nuestro cuerpo.
Tiene efectos vasodilatadores, ya que se aumenta el flujo de sangre en la zona a tratar, de este modo, tiene un efecto analgésico y alivia el dolor. Además, también ayuda a disminuir la presión arterial ya que este calor producido por la termoterapia afecta al corazón, reduciendo la presión sanguínea. Produce también un efecto sedante y favorece la relajación muscular.
¿Cuándo aplicarla?
Se recomienda aplicar la termoterapia cuando dicha lesión ha pasado ya la fase aguda. Por eso se deberá aplicar 48 horas después de haberse producido, ya que no se recomienda aplicarla cuando la lesión está inflamada.
Se deberá tratar durante sesiones de 10 o 30 minutos. Este tiempo dependerá de la zona donde queramos aplicar el tratamiento. Por ejemplo, aplicar en zonas como las cervicales demasiado tiempo puede producir mareos y bajadas de tensión.
Tipos de termoterapia
Existen diferentes tipos de tratamientos de termoterapia. Dependerá de la herramienta y de la estrategia que creamos que es más oportuna para el tratamiento de la lesión.
Infrarrojos
se aplican mediante una lámpara preparada para este tipo de tratamiento. Se debe aplicar menos de 20 minutos por sesión, una vez al día. Este tipo de termoterapia se utiliza para aquellos pacientes que sufren enfermedades cardiovasculares, hepáticas o renales.
Compresas calientes
Son un tipo de bolsas de algodón donde en su interior hay un relleno de gel de sílice. Estas bolsas se pueden calentar perfectamente en un microondas. Normalmente se envuelven en unas toallas para poder proteger la piel de posibles quemaduras.
Baños de parafina
La parafina es una cera líquida que se aplica mediante baños o inmersiones. Esta cera utilizada para a termoterapia hace que la humedad de la piel suba a las capas superiores produciendo el buscado efecto calor. Eso sí, no podemos aplicarlo en heridas abiertas, utilízalo para tratar lesiones en pequeñas articulaciones como manos, rodillas o codos.
Hidroterapia
Para este tipo de tratamiento se utilizan bañeras preparadas para ello. Hacen que el agua caliente esté en movimiento y podamos inmergirnos. Al aplicar calor en todo el curso, esto estimula el riego sanguíneo y favorece la curación de heridas. Además, alivia el dolor y relaja la musculatura.
Ultrasonidos
Estos se utilizan para aplicar calor a los tejidos más profundos. Se trata de una máquina especializada que emite ondas sonoras de alta frecuencia. Estas pueden penetrar profundamente en los tejidos, haciéndoles vibras y produciendo calor. Se utiliza sobretodo para lesiones óseas, bursitis, contracturas o artrosis.