Como profesionales del deporte, tenemos que conocer bien la anatomía humana, pues hay muchas disciplinas y ciencias específicas que se dedican al estudio de partes focalizadas de nuestro cuerpo. Un claro ejemplo de ello es la miología, disciplina que se dedica la estudio de los músculos. Así que, si te interesa saber más sobre este campo de estudio, sigue leyendo este post. Además, te recomendamos consultar nuestros másters y cursos en deporte si tienes pensado dedicarte profesionalmente al mundo de los deportes.
Índice de contenidos
¿Qué es la miología?
Primero de todo, debemos entender qué es la anatomía. Esta es una ciencia que dedicada al estudio y al análisis del cuerpo humano, desde su forma hasta su estructura. Dentro de la anatomía encontramos muchas ramas distintas, siendo la miología la que se dedica al estudio de los músculos.
Esta rama pertenece a la nombrada anatomía descriptiva, ya que estudia el cuerpo dividiéndolo en aparatos o sistemas. Estas describen su situación, su forma, sus relaciones, su constitución… Por esta razón, la miología tiene como interés identificar y localizar cada músculo, teniendo en consideración puntos como sus orígenes, sus inserciones y sus inervaciones. Además, se centra en el modo que se accionan y los movimientos que realiza.
¿Qué estudia la miología?
Como hemos mencionado, la miología estudia el modo en que funcionan los músculos. Estos se estiran y se contraen en respuesta a estímulos nerviosos. Estos están formados por fibras contráctiles gracias a las cuales pueden realizar dichos movimientos. Esta es una de las propiedades funcionales de los músculos, entre las que explicamos a continuación.
Excitabilidad
Se trata de la facultad de percibir y responder a los estímulos nerviosos. Estos estímulos químicos son percibidos y el músculo responde con la contracción muscular. Se trata de la producción y la propagación de un potencial de acción.
Contractibilidad
Gracias a las células que conforman los músculos, estos son capaces de contraerse con fuerza ante un estímulo. Estas contracciones pueden dividirse en varios tipos: isotónica concéntrica, isotónica excéntrica e isométrica.
Elasticidad
De igual modo que la propiedad anterior, también tienen la capacidad de estirarse. Las fibras musculares vuelven a recuperar su longitud inicial tras el estiramiento.
Extensibilidad
Se trata de la propiedad que proporciona a los músculos la capacidad de estiramiento. Las fibras se relajan después de una contracción y pueden estirarse de tal modo que adquieran una longitud más allá de su longitud de reposo.
Plasticidad
Finalmente, esta facultad permite al músculo modificar su estructura en función de la acción y el trabajo que está realizando. De este modo, el músculo se adapta a cualquier entrenamiento.
Tipos de músculos
Según la composición, la estructura y las características de los músculos, la miología reconoce tres tipos de músculos diferentes. Procedemos a explicarlos con más detenimiento.
Músculos esqueléticos
Los músculos esqueléticos son aquellos que cubren a los componentes óseos. Estos se mueven al contraerse y relajarse en respuesta a estímulos nerviosos. Estos se localizan en las extremidades, el tronco, la cabeza, el aparato respiratorio, los ojos y algunos esfínteres.
Músculos lisos
El músculo liso está compuesto por una serie de músculos que se mueven involuntariamente. Se hallan en las paredes de los órganos y estructuras como los intestinos, el esófago, el estómago y finalmente se encuentran en los vasos sanguíneos.
Músculo cardíaco
Ente es una mezcla de las características de los músculos esqueléticos y lisos. Estos músculos le proporcionan al corazón la propiedad de contraerse de forma rítmica y continua.