El entrenamiento de resistencia y el de fuerza deben ir de la mano para realizar una buena sesión deportiva, sin olvidarnos del ejercicio cardiovascular. La resistencia es la capacidad física y psíquica que tiene que aguantar nuestro cuerpo frente a un esfuerzo, además de la capacidad de recuperarse después. Dicho esto, ¿Por qué es tan importante trabajar la resistencia física? Sigue leyendo este post, porque hoy te facilitamos varios tips y ejercicios que puedes empezar a poner en práctica. Y recuerda que si te apasiona el mundo del deporte y quieres ampliar tus conocimientos en alguno de sus ámbitos, puedes hacerlo a través de nuestro máster en personal trainer.
Índice de contenidos
¿En qué consiste el entrenamiento de resistencia?
El entrenamiento de resistencia consiste en someter nuestro cuerpo a un esfuerzo durante un tiempo prolongado. Se compone de varios tipos de ejercicios con el objetivo de favorecer la capacidad cardio-respiratoria del atleta. De esta manera, cada vez le será más fácil soportar, durante más tiempo, un esfuerzo físico y psíquico.
La resistencia va aumentando progresivamente desde la infancia hasta la edad adulta. Debemos aprovechar este aumento y completarlo con ejercicio físico, ya que la resistencia es un elemento fundamental para un buen estado de salud.
Correr, nadar o montar en bicicleta son buenos ejemplos de deporte para fortalecer la resistencia. La duración de estas sesiones de entrenamiento dependen del objetivo personal que tiene cada persona y de su forma física. No tendrá el mismo rendimiento ni resistencia un atleta profesional que un amateur.
¿Qué beneficios tiene el entrenamiento de resistencia?
Tener una buena resistencia física ayuda a sobrellevar la rutina. No obstante, mantener o mejorar nuestra capacidad de resistencia aporta numerosos beneficios, entre los que destacan:
- Fortalece el corazón: el corazón también necesita entrenarse para funcionar. Una inactividad puede provocar problemas de salud.
- Ayuda a mantener estables los niveles de azúcar.
- Facilita la pérdida de peso y la disminución de la grasa corporal: para conseguir eso, debemos combinar el ejercicio físico con una alimentación adecuada y equilibrada.
- Ayuda a controlar la presión arterial, ya que la sangre circula con mayor fluidez.
- Regula y aumenta el HDL, también conocido como colesterol bueno.
- Mejora la capacidad cardiorrespiratoria debido a que los pulmones y el corazón funcionan mejor.
Tips para principiantes para trabajar la resistencia
En primer lugar, se recomienda desarrollar la resistencia básica. Se puede empezar con actividades que sean fáciles para uno mismo, como por ejemplo correr o nadar. Dichas actividades pueden adaptarse a un plan de plan de entrenamiento sencillo para que puedan seguirse sin problemas y con regularidad. Los cambios en la resistencia se verán a las 4 o 6 semanas de empezar.
A la vez que se empieza, es necesario encontrar el ritmo adecuado. Es decir, se debe entender que sise entrena rápido y de forma continuada el cuerpo puede sobreentenarse e incluso sufrir alguna lesión. Es por ello que, los músculos, tendones y ligamientos deben acostumbrarse a la nueva rutina de deporte de forma progresiva. Y recuerda: siempre hay que calentar previamente.
Por último, es importante alternar los días de descanso con los días de entrenamiento. Por ejemplo, se puede entrenar tres veces por semana y hacer un día de pausa entre cada una. Se recomienda aprovechar el fin de semana para una recuperación total.
Algunos ejercicios para trabajar la resistencia física
Comenzar una rutina de ejercicios y darnos cuenta que nos resulta difícil mantener el ritmo, puede hacernos perder la motivación. Por esa razón es importante que escojas ejercicios que te gusten y encuentres tu ritmo en ellos. Algunos pueden ser:
- Montar en bicicleta haciendo intervalos de alta intensidad. El tiempo ideal para llevar a cabo este ejercicio es de 20 a 30 minutos.
- Saltar a la cuerda. Con este ejercicio se realiza un importante esfuerzo físico. Al principio es normal no aguantar mucho tiempo seguido, pero se trata de encontrar el ritmo y mejorar progresivamente.
- Circuitos de entrenamiento. Se trata de combinar varios ejercicios para trabajar distintos músculos. Se puede alternar entre cardio de alta intensidad, flexiones, abdominales, sentadillas y bíceps.
- Nadar es otro clásico que nunca falla para mejorar la resistencia cardiovascular. Al mismo tiempo que se activa la circulación de las piernas, se fortalecen los brazos y la espalda.
Formarse como personal trainer
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Durante la primera parte del programa formativo adquirirás los conocimientos propios de un personal trainer. Esto implica estudiar en profundidad el cuerpo humano, los tipos de entrenamientos y ejercicios para trabajar según una serie de objetivos, así como adquirir nociones en lesiones deportivas, trato al cliente, uso de instalaciones deportivas y más.
Por otro lado, te formarás como coaching deportivo. Estudiarás en profundidad los fundamentos y la historia de esta disciplina, además de conocer la figura del coach y el coachee. También aprenderás sobre las sesiones de coaching, las herramientas que se utilizan en ellas y qué valores y actitudes se trabajan cuando se trata de deporte.